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Los archivos lúcidos, aunque cada vez menos, que me hago mayor

¿Quién desenchufó el descodificador?

¿Quién desenchufó el descodificador?

Leo desde hace mucho tiempo El Descodificador, el blog de televisión de elmundo.es y me ha sorprendido que, desde ayer, ya no está colgado en la página. Imagino que el estar dándole de leches a todo El Mundo habrá terminado de hartar a alguien. A mí me hacía gracia, pero como no veía la mitad de los programas de los que hablaba, pues me sentía perdido, como el que va un día al Bernabéu y pregunta si todavía juega Karembeu al ver a Drenthe. Lo malo de este tío es que empezó a mezclar peras con manzanas, televisión con política, y ahí se le fue la olla. Decía que no entraba al trapo de los que le criticaban en el foro, pero lo hacía. Poco a poco le fue quemando, y en los últimos textos se le notaba amargado y rabioso, justo como uno al que criticaba mucho en su página. ¡El Descodificador ha muerto, viva la antena analógica! 

La dichosa tortuga de Blade Runner

La dichosa tortuga de Blade Runner

Qué queréis que os diga: yo, cuando intento ver Blade Runner, me quedo dormido a los veinte minutos, en el momento en el que el replicante y el hombre que chupa un cigarrillo como si fuera una alita de pollo empiezan a hablar de tortugas en la playa. Luego me despierto en el final y no le encuentro sentido a lo que dice Rutger Hauer. Hace mucho que no le doy otra oportunidad, pero creo que tendría que tomar tanto café para aguantar que, otra vez en el mismo instante en el que hablan del galápago, me tendría que levantar para aliviarme del efecto laxante. Por no haber visto Blade Runner he sido crucificado verbalmente, menospreciado, duchado por húmedos “pfff” y calificado como “mente inane” y otros insultillos que sólo se me ocurren a mí cuando me levanto por las mañanas.

El cine y yo no nos hemos llevado muy bien. Igual que escucho cualquier cosa que me cae entre las manos, soy incapaz de sentarme a ver una película porque no tengo nada que hacer. Es lo último que se me pasa por la cabeza, y sé que es un pecado tan grande como no leer, pisar los museos en la noche blanca o dejar que pasen dos semanas desde la última vez que escribí en el blog.

Para compensar, dejo varias recomendaciones. Promesas del Este, si queréis pasar una tarde en el cine. Heart of Gold, el DVD de Neil Young con su concierto en el Auditorio Ryman de Nashville, si estáis esperando a que salga el PES nuevo y no sabéis para qué utilizar la Playstation. Está barato en la FNAC, no más de diez euros.

Y, como si no hablase de música esto no sería mi blog, varios discos que suenan últimamente en el despacho oval: Are we not horses, de los Rock Plaza Central; Time Being, de Ron Sexsmith; I see a darkness, de Bonnie ‘Prince’ Billy; Puzzles like you, de Mojave 3; Between daylight and dark, de Mary Gauthier; The Shepherd’s Dog, de Iron&Wine. Éste último es una maravilla.

Ya saldrán más discos y más posts.

**Queridos aficionados a la música de la que hablo: muy atentos a la BSO de I’m not there, la película que van a estrenar sobre Dylan. Visitad el myspace, www.myspace.com/imnotther, y agarraros. Cuando leí el tracklist –otra vez la palabreja- sentí como si me hubieran metido una gallina en los calzoncillos**

Mis Back Pages

Mis Back Pages

Acabo de terminar de organizar los discos de mi habitación. No sé por qué me dio por ahí el lunes, pero el caso es que me puse a sacar unos de un sitio, a meter otros, comprobar que estuvieran en el estuche y cambiarlos de orden. Ahora están, más o menos, así: los que no conocería C.T. -un compañero de 2º de Bachillerato al que no veo desde entonces-, españoles, españoles cantando en ingles, recopilatorios y discos de los que me avergüenzo.

Éstos últimos son sorprendentes. Cualquiera de vosotros se podría reír de mí después de haberme leído acerca de Wilco, Beth Orton y otros que C.T. no conoce si me viera con los ocultos entre las manos. Y no me refiero a tener discos de Ariel Rot, alguno de Aerosmith o haber sorprendido en la estantería alguno de mi hermana -Robbie Williams, por ejemplo-. No. Hablo de algunas cosas inclasificables, piezas únicas que han cambiado la capacidad de reproducir sonido por la de absorber polvo, estuches que sacan a la primera fila a personajes dignos de ser modelos de un manual acerca del "No ser así".

Por motivos personales, y para curarme de humildad para el resto de mis días como guitarrista, tengo que poner en esta lista el concierto de los Holy Days en Clamores hace ya casi tres años. A mí no me gusta cómo sueno y tengo que esconderlo aquí. Si alguien viene a mi casa y me pide que se lo ponga, le haría escuchar antes al siguiente avergonzante: el Chufas. Seamos justos: lo pasé genial con los Holy Days, ganamos pasta y con ellos di la mayoría de los mejores conciertos. La mala suerte hizo que el que grabáramos fuera el peor.

Pero volvamos al Chufas y su CD. Es la maqueta del tipo que me enseñó a tocar. La grabó con mi guitarra y las canciones son tan malas que ni el polvo se ha pegado a ellas. Una mezcla entre Enrique Urquijo, Queen y Chavela Vargas que ni Tracy Lords se tragaría. Poesía de Primaria compuesta en casa a oscuras tras haber llegado de una convivencia cristiana. Sí, yo también lo hice, pero no haber registrado grabación alguna me da un punto más de decencia. Además, yo no me hubiera equivocado: Yesterday la canta Paul McCartney -Chufas se la otorga a Lennon en un verso-.

Mi querido ex colega se dedicó a tocar por los garitos de cansautores con camisetas de tirantes y el mismo flequillo que hubiera tenido Roger McGuinn si se hubiese peinado con la raya en medio. Yo formaba parte de su público, aunque para aumentar más la ejemplificación del "No ser así", hay que decir que la mayor parte de la gente que iba a sus conciertos eran profesores suyos, cuarentones ávidos de escuchar algo que reviviera en su interior la misma emoción que encontraron al oír Ojos de gata por primera vez. La historia, al final, es triste: Chufas grabó otra maqueta más, que yo sepa, pero no un disco. Se dejó engañar por un ex miembro de un conocido grupo de la movida -¡llegó a empeñar la guitarra de Chufas!- y ahora toca por ahí con bandas de versiones. Seamos justos: era un tipo listo, tenía buena carrera y no se le daba mal lo que hacía. Seguro que ahora está gastando un pastizal.

Otro disco de los que me avergüenzo es de la maqueta de unos jipis que hacían canciones con las que pretendían salvar la tierra del terrible homo sapiens. Tienen el mismo nombre que el central hispano-suizo del Arsenal, pero no su contundencia. No lo escuché mucho, la verdad. Conocía a una de las cantantes y estuve en un concierto. A los cinco minutos salí a buscar la lata de gasolina y el mechero pero, cuando volví, ya había acabado el concierto. No había nada que quemar por lo que no me acusaran de homicidio o de simples actos vandálicos. Pude haber sido un héroe si hubiera llevado un arma encima, pero mi leyenda no tuvo el impulso necesitado.

Por supuesto, hay más cosas, pero creo que ya he escrito suficiente. Todos los que damos por sabido lo habido y por haber tenemos un lado oscuro, unos calzoncillos rosas o un agujero en el pantalón. Estos tres son parte de mis Back Pages.

Intelectual

Intelectual

La producción bloguera ha caído. Y no sólo me refiero a las bitácoras que tengo enlazadas con tela de araña en  mi propia página, sino a mí. Yo, se supone, iba para escritor. En cuanto leí tres cosas ya creí que sería el nuevo Hemingway. Daría un pelotazo con el segundo libro, la gente redescubriría el primero y a vivir de las rentas. Me dedicaría a beber ron añejo y fumar caros habanos, follar mujeres bonitas y dejar una embarazada en cada continente -a lo mejor dos en América del Sur, que es muy grande-.

Luego me establecería definitivamente en Madrid y sería habitual de alguna tertulia. Podría ser como el intelectual que baja la voz cuando va a comunicar la verdad a los demás. Ése que estruja el gesto y acompaña con una dócil mano la perorata. A veces, mis argumentos escaparían en un susurro con el que trataría de convencer a otro intelectual. Éste no me escucharía. Sonreiría y asentirá, y yo creería que asume mis argumentos sin saber que en su cabeza tiene atorada su verdad, superior y única también. Sí, esa pose de intelectual taciturno me sentaría tan bien. Además, podría ir con la cabeza rapada o llevar gafas llamativas. Defendería la legalización de la marihuana y no votaría nunca -o a IU, que es lo mismo-...

Pero no tengo madera. Más bien, tengo lorza y pereza a partes iguales. Además, me falta lo más importante para esto: talento. Reconozco que sería bueno, de los mejores del mundo, si me pagaran por comer croquetas u orinar borracho en la calle, pero veo a tanta gente que lo hace que me parece vulgar, mundano y poco original. Podría ser tantas cosas... que al final seré lo menos complicado.

Plantígrado

Plantígrado

  S.O.L.E. me acaba de llamar plantígrado. Siempre me dice que debo andar con más cuidado, que hago mucho ruido al pisar el parqué y que despierto a todo el mundo: a mi padre, a mis hermanas, a los de abajo, a los del ambulatorio de enfrente... Pero cuanto más cuidado pongo, más dice que molesto. Yo le he dicho que ella no es precisamente un cisne en el estanque cuando anda por casa y me ha llamado eso: plantígrado.

  Es mi último mote, y puedo asegurar que es el más original y espontáneo que me han podido poner. Todavía me estoy recuperando del golpe. Ni a mí se me hubiera ocurrido. Qué genialidad. Es sublime, pero no puedo reír ese ingenio, ha sido una respuesta tan rápida a mi órdago -S.O.L.E. dejó hace muchos años de ser algo similar a un cisne- que todavía me estoy recuperando.

plantígrado, da.

(Del lat. planta, planta del pie, y ‒́grado).

1. adj. Zool. Se dice de los cuadrúpedos que al andar apoyan en el suelo toda la planta de los pies y las manos; p. ej., el oso, el tejón. U. t. c. s.

Oso..., tejón... Creo recordar que hubo un tiempo en que en la sierra me llamaban jabalí. También era ingenioso el mote, aunque me terminaron llamando canuto, por eso de los porros. David me llama alguna vez Madona, por tener los dos paletos tremendamente separados. Este el defecto que primero salta a la vista cuando alguien me conoce. Incluso antes de soltar un taco o algo soez entre los dos dientes, ve el oscuro hueco. Noto cómo todos miran. Los dos ojos se concentran en el mismo punto, situado apenas cuatro centímetros debajo de la nariz. Algunos se quedan un poco bizcos de la fijación, pero no pasa nada. Se tolera.

Al S.O.L.E. también debo otro mote: cangrejo. Cuando empecé a salir, recuerdos que se pierden en la noche de los tiempos, me llamaba al teléfono para saber qué hacía. Los que no lo sepan, han de tener en cuenta la confidencia: lo sigue haciendo. Mis amigos llegaron a la conclusión de que me tenía más controlado que a un cangrejo en un cubo. Algunos gesticulaban, y gesticulan, mientras hablo con ella haciendo pinzas con las manos y andando hacia atrás.

Hay otro mote que perdura vaya a donde vaya, haga lo que haga, diga lo que diga: abuelo. Me parece que comenzó cuando jugaba al baloncesto. Los de mi equipo me lo empezaron a llamar porque me lesionaba mucho. En el colegio me lo decían por escuchar a Bob Dylan y los Beatles. En la universidad, por eso mismo y por ponerme chaquetas de lana -sí, de lana-. En el trabajo, porque siempre me estoy quejando del maldito aire acondicionado -me da en la puta cabeza el chorro- y por haberme pasado al gin-tonic.

**Venga, ahora os toca a vosotros. Dejad en los comentarios vuestros motes**

I Am Six Pounds Of Dynamite, South San Gabriel

<i>I Am Six Pounds Of Dynamite</i>, South San Gabriel

Hace poco ya puse una canción, pero creo que voy a poner otra mientras me pienso el siguiente post. Se llama I Am Six Pounds of Dynamite. Es de un grupo que se llama South San Gabriel, detrás del cual está Will Jonhson, cantante de los también recomendables Centro-Matic. Está en un disco muy curioso, pintón, interesante: The Carlton Chronicles: Not Until the Operation's Through. Es una fábula protagonizada por Carlton, un gato que es expulsado de casa... Es decir, un disco triste, para escuchar tranquilo, de noche, solo -o muy bien acompañado- y a oscuras, como ahora.

Hoy os voy a dejar el link para que la escuchéis. Me parece de lo mejor que he escuchado en mucho tiempo. Cuidaros mucho

http://www.centro-matic.com/audio/SSG_IAmSixPoundsOfDynamite.mp3

Now I, I'm living locked outside

Sans opposable thumbs

So all I'll do is cry

And you, you said I can't behave

Forgot how to obey

My joke turned to a fight

So it stands, I might scratch through the side

And don't you think I can't

I am six pounds of dynamite!

But wait, I'll stay out for the night

Bid farewell to Ramon

And plan my distant flight

Goodbye

It's time to say goodbye

Ahora, secaros las lágrimas. Abrazos a todos

Desafortunadas visiones en la madrugada de un jueves

Desafortunadas visiones en la madrugada de un jueves

   No puedo callármelo. Esta noche, cuando ya llegaba a casa, he visto una de esas cosas que hubiera sido mejor que la vida no me hubiera reservado. Hace poco tuve un desafortunado encuentro en el autobús con un viejo erecto. Esta noche he visto a una negrota meando en la calle. Estaba en cuclillas al lado de una cabina de teléfono y el vertido le salpicaba los tobillos. Caía como si alguien se hubiera dejado un enorme bidón de aceite abierto boca abajo. Ni en el peor cuento de Bukowski hubiera aparecido algo así.

  Apreté el paso y me metí en casa con la sana intención de beber un vaso de agua, cenar y olvidarme de todo. Pero todavía no he podido.

Reflexiones antes de la Champions

Reflexiones antes de la <i>Champions</i>

  Cómo me gusta. Empieza la Liga de Campeones, la competición de las competiciones en fútbol junto con el Mundial. Cuatro equipos españoles y buenos cruces para comenzar: Real Madrid-Werder Bremen, Schalke-Valencia, Barcelona-Lyon y Arsenal-Sevilla. Mejor, imposible.

Varias cuestiones:

  1. El Madrid de Heynckes ganó la Champions tras una Liga de Capello. ¿Pasará lo mismo este año con Schuster?
  2. El Lyon ganó en los dos últimos estrenos europeos al Real Madrid. ¿Hará lo mismo este año con el Barcelona? ¿Dará por fin la cara el rey de Francia?
  3. ¿Qué hará el Sevilla? Competición que juega, final que disputa. No tiene un comienzo fácil. El Arsenal no tiene figuras pero es el líder de la Liga Inglesa... y le va a costar sangre, sudor y lágrimas al Manchester, al Chelsea o al Liverpool echarlo de ahí.
  4. ¿Y el Valencia? ¿Le queda grande ese banquillo a Quique? ¿Podrá la base de la selección dar la cara antes de la Eurocopa en el torneo continental de clubes? Su papel en esta Liga de Campeones puede ser un reflejo de lo que haga España en Austria y Suiza.

Abrazos a todos.

Blog Dylan

Blog Dylan

  Me pasa que cuando me pongo a hablar o escribir sobre Dylan, tengo que soltar una parrafada gorda o escribir un post largo como creo que éste va a ser. Tengo suerte de haberlo conocido. Es decir, he escuchado algunos de sus discos, leí algún libro sobre él, vi la infame Masked and Anonymous y he tenido ocasión de ir a un par de conciertos. Afortunadamente, también, no tendré que estudiarlo en el colegio, como parece que van a hacerlo en Inglaterra.

Yo era de los que pensaba que en los colegios deberían enseñar sus canciones y sus letras, examinar a los alumnos de ellas, y luego comparar su influencia con la del resto de cantautores norteamericanos de su generación y, para llegar al diez, hacer un breve comentario reseñando sus colaboraciones más importantes con otros artistas o la coincidencia de picos y hundimientos en la calidad de sus discos con sus momentos de depresión o felicidad personales. Menos mal que me he librado. Ahora que lo pienso, tendría que estudiar mucho, mucho más, pero lo peor sería que habría perdido todo su encanto, ¿no creéis?

Pero no quería hablar hoy de eso. El uno de octubre va a salir otro recopilatorio de Dylan, pero con canciones que ha votado la gente por Internet. Un día vi el tracklist -vaya palabreja, ¿eh?- y no me sorprendió. Evidentemente, no sólo de tocar Like A Rolling Stone vive este hombre. No sólo se le conoce por haber escrito Blowin' In The Wind, pero supongo que es por lo que la gente sigue yendo a sus conciertos.

Me temo que a Dylan le pasa lo mismo que a los Rolling Stones, los Rolins a partir de ahora. Pregúntale a varios inexpertos dylanistas que hayan ido a alguno de sus conciertos y te dirán lo mismo: "Es que no se reconocen las canciones, las toca ahora tan distintas a los discos". Eso lo lleva haciendo toda su vida. Si escuchas los discos en directo, las canciones se repiten, pero las toca de manera distinta. Por eso merecen tanto la pena los Bootleg Series. En At Budokan descubrí una gran versión de I Want You. En el de la MTV está el mejor Knockin' on Heaven's Door jamás interpretado, o la magnífica Shooting Star, oculta en el Oh Mercy, y no me olvido de la fuerza del Before The Flood, uno de los directos con The Band, o la graciosa If You Gotta Go del en vivo del 64... Pero la variedad de sus directos contrasta con los monolíticos recopilatorios que edita.

Sus discos de grandes éxitos son previsibles como las películas de James Bond. Por eso, voy a proponer un camino alternativo. Son 13 canciones. Alguna aparecerá, seguro, en los álbumes recopilatorios, pero no por eso me dejan de parecer grandes. Luego, si os apetece, dejáis comentarios sobre el tema con la que pondríais vosotros o la que me he dejado en el váter mientras pensaba. Ahí van:

- One Of Us Must Know, del Blonde on Blonde

- Shooting Star, del Oh Mercy, o la versión del MTV Unplugged

- Most Of The Time, también de Oh Mercy

- Wedding Song, del Planet Waves

- Blood In My Eyes, del World Gone Wrong

- Baby, Stop Crying, del Street Legal

- Nettie Moore, de Modern Times, el último

- Black Diamond Bay, de Desire

- You're Gonna Make Me Lonesome When You Go, de Blood On The Tracks

- Not Dark Yet, de Time Out Of Mind

- Tonight I'll Be Standing Here With You, de Nashville Skyline

- Dignity, en MTV Unplugged

- Mississippi, de Love & Theft

Nadie me siguió

Nadie me siguió

  Me conectaré a Internet mientras pueda seguir chupando conexión del vecino. Y mientras tenga conexión aquí, actualizaré el blog. Todo sigue adelante, despacito, como la cola para ver a un gran artista que firma discos. Luego, cuando acaba, pasa como una flecha Preciados arriba y se sube a un taxi para esquivar a los fans, pero éste se para en el semáforo que hay dos metros más adelante. Los brazos se estiran hacia él, ya sea por la ventanilla del conductor, la del copiloto, tratando de abrir las puertas o metiendo el puño por el tubo de escape, pero no lo tocan. El semáforo se pone en verde, una chica sale despedida, pero vuelve a pararse al torcer a Gran Vía. Más gente tira hacia allá, pero yo ya tengo la imagen.

  Está más gordo y ha exagerado su melena rizada. Dice que es feliz a pesar de que no puede pasear por el centro de Madrid sin tener que llevar gorila. Al final, coge el camino fácil, el del taxi y se larga. Yo ya me he quedado con la imagen mientras otros se las ingenian para ser atropellados por El Gran Andrés montado en su coche de compromiso. Mi fan número uno y yo vamos al metro, pero, sorprendentemente, nadie nos sigue.

  He estado de compras disqueras: Essence, de Lucinda Williams; Other Songs, de Ron Sexsmith; I See a Darkness, de Bonnie Prince Billy. De la primera ya os he hablado en otro momento. Es toda una señora de gorro y botas de vaquera, con aliento de Bourbon y ojos de ángel borracho. De Ron Sexsmith había escuchado Blue Boy y, sinceramente, no sé cómo ha podido pasar tanto tiempo sin que haya probado otra cosa suya. De Bonnie Prince Billy sólo había escuchado un disco que me dejó la estrella del porno sueco. El miércoles puso una canción de éste en el hotel de la leche neutra y me gustó tanto que voy a darle una oportunidad al disco entero.

  Ya os contaré cómo me lo hago con ellos. Que os vaya bien a todos con todo. Y ya nos vemos pronto.

Y que vaya con Dios

  Cuando empezó todo, me tiré cerca de un mes sin escribir. No quiero que me pase ahora y, aunque esté bloqueado, haré el esfuerzo de puñetear sobre el teclado, aunque sea sólo para agradeceros haber estado cerca, preguntar, mandar mensajes, llamar por teléfono y ese tipo de cosas que la gente hace por los que quiere y por los suyos, no sólo ayer, sino todo este tiempo.

  Lo dicho: muchas gracias de parte de todos. Y que vaya con Dios.

I Go To The Barn Because I Like, Band of Horses

<i>I Go To The Barn Because I Like</i>, Band of Horses

  La vida debería tener banda sonora automática. Deberíamos poder escuchar la canción de cada momento sin que se oyera nada más. Sin ruido ambiente. Sólo las imágenes en movimiento y la canción por encima de un grueso e impermeable colchón de silencio.

   Mientras inventan el mecanismo, os recomiendo una buena canción de un buen grupo con un solo disco, pero muy bueno

Well i'd like to think i'm the mess you'd wear with pride.
like some empty dress on the bed you've layed out for tonight.
maybe i'll tell you sometime.

time.sometime.

and you were right.

right.

you were right
outside by your doorstep
in a worn out suit and tie
i'll wait
for you to come down
where you'll find me
where we'll shine

oh

Lo guarro del fútbol

Lo guarro del fútbol

  Esta imagen es una de las cosas a las que me refiero cuando digo que la prensa deportiva apesta. Bueno, cierta parte de la prensa deportiva, que yo me ducho todos los días. Nada más levantarme, he abierto las páginas web de As y Marca. El diario de Prisa vendía la burra: Robben y Heinze jugarán el derbi. Marca titulaba con algo parecido a que iba a ser el derbi de los derrochadores.

  Ahora, a eso de la una y media, Marca cuelga el titular: Robben y Heinze son descartados por Schuster. As tarda en reaccionar, pero la burra ya está vendida, incluso después de que ayer el holandés no entrenara por problemas en una rodilla -¿será que lo han fichado lesionado o me lo parece a mí?-. ¿Es así como le está comiendo terreno a Marca, vendiendo burras y pintando gatos como leones? Desconozco a qué hora de la mañana habrán puesto esa portada en la versión digital -no he leído el impreso, a lo mejor es la primera y todo-, pero la mentira ya estaba en el plasma.

   Una última recomendación para hoy: leer el post de El Descodificador, el blog de televisión de El Mundo. Y luego, leer el editorial de El País que menciona. Todavía no he hecho lo segundo, pero lo haré nada más llegar al trabajo hoy. Que tengáis buen fin de semana.

Otro humano de hoguera

Otro humano de hoguera

  "El cursor de Word pare letras a medida que lo empujan hacia el final de la línea las teclas que pulsan mis dedos". Es lo más real que he podido escribir nunca. Me estaba esperando la página en blanco de Word y he pensado que tenía que escribir algo, sólo por recuperar la costumbre, antes de atacar la pizza de chorizo que compré esta tarde en un Caprabo. Abro la enésima lata de Coca Cola y le pego un mordisco a un trozo.

Está crujiente y tiene un sabor fuerte. Ahora tengo los dedos grasientos, pero da igual, éste teclado no lo va a tocar nadie hasta que vuelva yo mañana, como el del artículo de Larra.

Antes, enfrente de la máquina, el guardia de seguridad de todo el edificio me ha explicado por qué prefiere las empanadas frías a los sándwiches. Yo también las prefiero, aunque siempre las meto un poco en el microondas. Salen tan frías del expendedor que me hacen sentir todavía más su inhumana artificialidad. Pero me las como igual y gano kilos sentado delante de tres pantallas. Gano eso, y un sueldo suficiente para discos y etanol, el combustible biodegradable que me atonta algunas noches.

Tengo que confesar por qué estoy así hoy: he estado leyendo cosas de Carlos Boyero. Me sonaba su nombre, pero no había leído nada de él. He estado ojeando algunos de sus encuentros en elmundo.es y es posible que no sea tan ganso como me ha parecido. Odia las mismas cosas que odio de la gente que odio, pero también comparte algunas filias con aquellos que merecen arder en el infierno. Estoy convencido de que le gustaría mi sección, en la que todavía hay sitio para más humanos de hoguera. Cual Pocero, me gustaría construir más celdas, escribir más artículos, aunque ahora que lo pienso, Boyero debe estar ahí.

Un saludo desde el trabajo.

Actualizo, luego existo

Actualizo, luego existo

  ¿Quién dijo que los extremos nunca fueron buenos? Que se lo pregunten al Real Madrid, que los necesita tanto o más que el comer. No hagáis caso de lo que dicen los medios de comunicación. A Schuster le hacen falta hombres de banda y no más delanteros, que le sobran. 

  Y es que tengo que ejercer algo de autocrítica como modesto periodista deportivo que me considero. Damos pena. Nos dedicamos a vender burros con pinta de corcel y nos las damos de listos siempre que podemos. Nos damos más importancia de la que tenemos, aunque luego nos lea más gente de la que nos dice leer y se hable mucho de lo que decimos. Sin duda alguna, si hay que elegir un motivo para llegar a las manos por alguien -y no lo quiero-, que sea por deporte y no por política. Que sea por preferir a Cassano que a Higuaín, a Baptista antes que a Soldado, y no por pensar que Zapatero es un tonto de tomo y lomo.   

  Ayer me dio por cambiarle el diseño al blog. Seguiré haciendo retoques, pero con calma. Un amigo mío, cuyo nombre no diré, considera cierta afición mía una auténtica pérdida de tiempo. Yo creo que modificar el blog y preocuparse por su aspecto sí que es tirar el tiempo por la ventana. Aun así, que llueva tiempo.

Puticlub cerrado

Puticlub cerrado

   Después de varios días de fiebre y de dolor de garganta, parece que empiezo a levantar la cabeza, pero ya me toca reincorporarme al trabajo. Ha sido apasionante ver cómo partían los últimos vagones de las vacaciones lentamente mientras yo estaba convaleciente y dolorido. Me he sentado todo este tiempo delante del ordenador, pero no he podido pulsar una sola tecla. La cabeza estaba vacía y los dedos, por tanto, eran inútiles. Ahora, después de varias noches para olvidar, pasadas entre ángeles, demonios y otros fantoches de pesadilla, revivo, como si hubiera encontrado el oasis en el desierto o como si hubiera escuchado una buena canción en una discoteca.

   No hablaré más de mis dolores. El jueves vuelvo al trabajo y me temo que no voy a tener un día libre hasta dentro de bastante tiempo. Es mi última tarde y, si no tuviera que seguir tomando tantas medicinas, me emborracharía desde las tres de la tarde hasta que alguien tuviera que llevarme a casa levantándome del suelo con espátula.

   Tengo planes para este curso -sí, he dicho curso: el primer plan es matricularme en la UNED-. Otro plan es cambiarle las cuerdas a la guitarra. Hay proyecto y ganas de tocar. Dos cosas, de momento. Ya habrá más.

   Esto ha sido todo desde mi lugar de vacaciones, el mismo desde el que me toco el falo a diario o escribo, sea verano, otoño, invierno, primavera o Thermidor. Fin de la transmisión, aunque volveré, como el hijo que se va a la mili y descubren que es gay, o el marido que se va a por tabaco pero encuentra el puticlub cerrado.

Southern Anthem, Iron & Wine

<I>Southern Anthem</I>, Iron & Wine

Just like the way that you ran to wine
When they made the new milk turn
Jesus a friend in the better times
Let your mother's Bible burn
Freedom a fever you suffered through
And the dog drank from your cup
Frozen the river that baptized you
And the horse died standing up

But when a southern anthem rings
She will buckle to that sound
When that southern anthem sings
It will lay her burdens down

Just like the way that you lost your guns
When they cut the clothesline loose
Jesus a friend of the weaker ones
Said "I'm all they stole from you"
Freedom a thistle that withered dry
Still a baby in your hands
Frozen the ground refused to die
And the guitar rose again

But when a southern anthem rings
She will buckle to that sound
When that southern anthem sings
It will lay her burdens down

Hacía mucho que no ponía una canción, como hacía mucho que no me topaba con un buen disco. Iron & Wine, para cuando no puedes dormir. Mejor, para cuando quieras escuchar buenas canciones.

Beber y pinchar en el hotel de la leche neutra

Beber y pinchar en el hotel de la leche neutra

Se acerca el día del fin de las vacaciones, aunque este año no hay que tirar los apuntes del último examen de junio, ni comprar un bolígrafo nuevo o reponer folios blancos en la carpeta -aunque sí habrá que pagar la matrícula de otra carrera-.

Algunos días de verano se han hecho largos y pesados como la mezcla de sudor y de lluvia que se extiende a lo largo y ancho de la frente. De otros es mejor no hablar y, para superarlos, tratar de acordarse de los buenos días, como el sábado, cuando estuve poniendo discos con mi hermano en el garito de moda, ése en el que meas sobre purpurina, ése que tiene los mejores mojitos de la capital, ése donde la Mahou no deja resaca -cuando pides mojitos, claro-, ése donde puedes compartir conversación con personajes como Jack Joints o John Matthews, ése donde una estrella sueca del porno suele pinchar y poner gin tonics.

Rápidamente, sin previo aviso, con nocturnidad y alevosía, cogimos algunos discos de casa y pusimos nuestra música hasta las 3 para una audiencia reducida pero selecta, a la par que exquisita. Repetiremos si los planetas vuelven a alinearse, cosa que avisaremos mediante comunicado bloguero a quien lea. Mientras los astros vuelven a ponerse de acuerdo, seguiremos escuchando cosas raras mientras bebemos Mahou en el hotel de la leche neutra.

Una gota en un cubo

Los días de verano suelen hacerse largos, salvo que estés fuera de tu entorno habitual, cuando pasarán como moscas por delante de tus narices sin que puedas cogerlas. Ahora mismo estoy en el ecuador de mis vacaciones. No creo que durante el año pueda cogerme días libres, por eso agarro los minutos y los encierro en un puño con fuerza, pero son pequeños y pesados como granos de plomo, y se precipitan entre las falanges hacia el suelo.

Es la mejor época para leer. Coges un libro y le das mil vueltas. Apuntas cosas -aunque no muchas- y relees las páginas por las que ya has pasado.

Cuando mayor es la esclavitud y el dogmatismo con que alguien se entrega a un cierto sistema ideológico consumado, con mayor certeza entierra todas las oportunidades de pensar y descubrir en libertad, aniquilando la aventura de la mente.

No entiendo muy bien lo que quiere decir, pero me explica cosas y reafirma mi intuición de que no estoy equivocado. Es Vaclav Havel. Llevo meses leyendo Cartas a Olga y sólo ayer, cuando estuve a punto de dejarlo caer de las manos, me levantó la moral y se ganó otra oportunidad lo suficientemente larga como para llegar al final algún día. Me resulta difícil leer este libro. Requiere tiempo y paciencia, además de una mente lúcida y descansada -es decir, hoy, resacoso, mejor ni lo toco-. La edición que tengo lleva un prólogo revelador de por qué es tan fácil perder el hilo de las reflexiones. Yo, tonto, no lo he leído hasta que ha estado a punto de quemarme los dedos. Le doy otra oportunidad y encuentro la frase de antes, una gota de agua bajo un mar de aceite que, contra toda lógica, emerge.

Son las cartas que le escribía a su pareja desde la cárcel, donde estuvo cautivo por disidente. Tenía sólo cuatro folios a la semana y no podía hacer tachaduras o correcciones, además de tener que superar las lógicas revisiones temáticas. Aún así, filtra ironía y esperanza, luz en la oscuridad, agua en el desierto. La carta 96 es un evangelio con minúsculas pero de mensaje mayúsculo.

La resignación, la indiferencia, el endurecimiento del corazón y la pereza mental son dimensiones de la verdadera "falta de fe" y "pérdida de sentido". Justo lo que nos pasa en verano, vaya.

Breves futbolísticos desde la lucidez más discutible

Breves futbolísticos desde la lucidez más discutible

No entiendo lo de Cassano. O soy tonto, o sordo, pero que yo sepa, nadie ha dicho nada bueno de él desde que lo fichó el Real Madrid hace un año y medio. Debutó en un partido ante el Betis en Copa del Rey y marcó, a pesar de estar gordo y haber llegado medio lesionado. Su principal problema no ha estado en los campos ni en los entrenamientos. Otros con menos historial han encontrado menos zancadillas, pero éstos no tuvieron a la prensa en contra desde que pisó Barajas. Merecía una oportunidad como todos, pero no se la dieron.

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"Lo que para unos es valioso y sagrado, para otros es una provocación". Esto ha dicho hoy un portavoz de la FIFA para justificar la prohibición de exhibir signos religiosos a los futbolistas. Si rezar, agradecer a Dios un esfuerzo, ofrecerle una victoria o cualquier otra cosa con la que cada cual quiera comunicarse con el Altísimo es provocar, apaga y vámonos. ¿Multarán a Raúl cuando marque por besarse la alianza? ¿Considerarán que Ronaldo hace el símbolo de la cruz cuando celebra los goles con los brazos abiertos? ¿Sacarán tarjeta roja a Diarra por rezar antes del pitido inicial de cada encuentro? Más grave aún: ¿Van a prohibir a los niños jugar al fútbol en colegios de curas o monjas?

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El Atlético está contra las cuerdas, pero sigue fichando bastante bien. Ahora, Simao, uno que en el Barcelona no se comió un colín, aunque algo ha debido de cambiar. Se fue Petrov -un verdadero tormento verlo jugar- y puede llegar Riquelme. ¿Se tomará alguien en serio a este equipo si llega el argentino? No creo, pero sí si se mete en la UEFA. Si mañana vemos por Madrid a un nutrido grupo de rumanos borrachos, será que el Atlético vuelve a dejar claro lo que algunos ya sabemos: que no es el tercer club de España, por mucho que las televisiones ganen dinero con sus partidos.