Desafortunadas visiones en la madrugada de un jueves
No puedo callármelo. Esta noche, cuando ya llegaba a casa, he visto una de esas cosas que hubiera sido mejor que la vida no me hubiera reservado. Hace poco tuve un desafortunado encuentro en el autobús con un viejo erecto. Esta noche he visto a una negrota meando en la calle. Estaba en cuclillas al lado de una cabina de teléfono y el vertido le salpicaba los tobillos. Caía como si alguien se hubiera dejado un enorme bidón de aceite abierto boca abajo. Ni en el peor cuento de Bukowski hubiera aparecido algo así.
Apreté el paso y me metí en casa con la sana intención de beber un vaso de agua, cenar y olvidarme de todo. Pero todavía no he podido.
2 comentarios
Anónima submarina -
En fin, ¡a ver cuándo nos corremos la próxima juerga!!
Soni -