En huelga
Cumplo mi tercer día de condena febril. El viernes me metí en la cama con un sospechoso frío que el sábado por la mañana se convirtió en unas cuantas décimas de calor corporal. Así, hasta ahora y seguramente unos días más. Estoy teniendo una de esas mañanas que hacía mucho que no tenía. Me he puesto a estudiar como un buen chico que quiere el papelito pronto y sea como sea. Ya me queda poquito, muy poquito, y no quiero cagarla ahora. Un mes de apretón y ya. Mientras, seguiré escuchando música. El otro día estuve en una tienda de Moncloa que vende discos de segunda mano y casi tiro la casa por la ventana. Me contuve. Se me pasaron varias ideas por la cabeza, desde golpear en la cabeza al de la caja y proclamar legal el saqueo, a llamar a Crediágil y pedir pasta. Al final no hice nada. No compré ningún disco. Desde mi bolsillo, mi amiga Blanca gritaba agónicamente que le dejara en paz. Recordé el carné de conducir y épocas pretéritas de derroche monetario en la autoescuela.
Así pues, me declaro en huelga disquera. Serán cosas de la fiebre...
**Recomendaciones redescubiertas envueltas en polvo: Continuará, de Los Secretos -sí-; A.M., de Wilco; Transformer, de Lou Reed; End of Love, de Clem Snide**
2 comentarios
merce -
Soni In The sky -
Aunque mi bolsillo tampoco está para mucho, jeje. Un saludo, cuídate.