3 de mayo de 2004
Éramos pocos y parió la abuela. Y a la muy jodía le ha dado por parir papilomas en la planta de mi pie derecho. El podólogo me ha estado echando unas gotitas de un ácido comparable al garrafón de La Notte y veía como salía humo de la planta de mi pie. Ahora sí que siento dolor. Todo por ir a ver qué eran esas manchitas oscuras que tenía. Joder, es como si miles de hormigas carnívoras africanas se hubieran adherido a mi piel y se estuvieran comiendo los malditos papilomas. Menos mal que me ha dicho que en tres o cuatro días me lo quita. Más te vale, cabrón. Si no lo haces, voy a coger el puto ácido con el que me has rociado y te lo voy a echar en los ojos, y cuando haya consumido tus globos oculares, voy a sacar mi polla y voy a mear en tus cuencas vacías. Por supuesto, es coña. El tío ha sido muy simpático. Me ha dado conversación y me ha explicado muy bien todo lo que me iba a hacer. Ha sido el segundo desconocido que en el mismo día me ha dicho que me voy a morir de hambre por estudiar Periodismo. He entrado en mi bar después de comer a tomarme un poleo y el tipo que estaba al lado en la barra se ha puesto a hablarme. Vale, no había ningún problema hasta que se ha puesto a criticar a los periodistas. El hombre estaba en un avanzado estado etílico a las cuatro de la tarde. Decía que era un médico de Oviedo que había venido a trabajar en la Seguridad Social y que sólo llevaba tres días en Madrid. El caso es que me he puesto con el pie estirado delante del ordenador a escuchar a Muddy Waters y se me ha olvidado todo lo que tenía que hacer. El disco que estoy escuchando es tremendo. Es un negrito de los años cincuenta cantando él solo con su guitarra acústica en plan blues. Usa una botella para hacer slide con las cuerdas, lo hace muy country. Ya no hay gente así. Ya no hay gente que arriesga. Somos todos unos cobardes. Esta mañana he estado estudiando un ratillo en la biblioteca. Sigue habiendo buena cantera entre las que estudian Selectividad. Creo que voy a ir dejando esto ya por hoy. Estoy demasiado cansado. Borges es un petardo. Me siento como un personaje de Cube. Estoy demasiado perjudicado físicamente como para no estarlo también mentalmente. A veces pienso que me sobra cuerpo, peso. Si estuviera más delgado, me aprovecharía un montón más (mens sana in corpore sano, o algo así). El caso es que os tenéis que leer el primer poema de Las flores del mal de Baudelaire para que entendáis cómo me siento (el que habla del albatross). Un saludo a todos. Hasta mañana.
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