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Los archivos lúcidos, aunque cada vez menos, que me hago mayor

24 y 25 de abril de 2004

Ayer fue un gran día. El ensayo con los Holy Days fue grande. ¿Alguien puede decirme si hay algo mejor que tocar en un grupo de música? Yo podría decir cosas totalmente equiparables, pero nada superior. La obra de teatro sigue poco a poco. Preparar las cosas bien lleva su tiempo. Por la tarde fui a pedirle la guitarra a mi vecino del cuarto. Me ha dejado una Gibson del setenta y pico de color negro. Acojonante. Si Dios fuera guitarra, sería negro.ando No puedo parar de tocarla. Paso del trabajo. Por la noche lo di todo, pero no acabé muy mal. Me lo pasé muy bien.
Hoy domingo he estado ensayando por la mañana con los Superman Sucks y los Holy Days. Muy intenso. He comido como un animal en casa de mis tías (felicidades, tía) y he estado viendo el partido en mi casa la primera parte y en un bar con los de la Comunidad la segunda. Jodidos futbolistas. Que os den por culo, cabrones. Estoy molido. A mi rodilla le ha dado hoy por estar jodiendo y no me ha parado de doler en todo el día.
No me he acordado hasta hace un rato de bajar a buscar los lingotes de oro. Tanta guitarra y luego el partido me han distraído de lo verdaderamente importante. Hoy es domingo y la de la limpieza no estaba. He intentado abrir la puerta con un pequeño explosivo casero fabricado a base de chicle, carne de Buguie, vinagre y Kellog's Special K, pero no he conseguido nada. Ahora que lo pienso, me parece que esa no era la receta. El caso es que he tenido que recurrir a la técnica de desmantelamiento de la cerradura y he arremetido con el primer volumen de En busca del tiempo perdido. Tras el primer golpe, el picaporte ha caído y la puerta se ha abierto mansamente. Lo peor estaba por llegar. No había nada dentro del cuarto secreto. Sólo un papel escrito a boli con mi letra: "Los he sacado a la calle". No estaba firmado. Además, yo no había escrito eso, ¡qué carajo!. He bajado hasta la plaza de Olavide buscando en cada papelera alguno de mis lingotes y no he encontrado nada. Al llegar a la plaza del Beautiful Love, he visto a una pareja que me ha resultado sospechosa. Estaban sentados en un banco al sol. El chico parecía poner más interés en la conversación que la chica. Me senté sin que lo notaran en un banco que había justo detrás del suyo. Podía escuchar su conversación. Ellos me darían la pista para recuperar mis lingotes.
- Lucía, si de verdad quieres dejarme, no te importará que te pida prestado un sólo segundo para darte un beso y que recuerdes para el resto de tu vida lo que quieres dejar de tener.
Será hortera el tío ese. En fin, me voy a casa a seguir tocando mi guitarra negra. Mañana volveré a buscar los lingotes por ahí. Un saludo a todos. Hasta mañana.

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