Blogia
Los archivos lúcidos, aunque cada vez menos, que me hago mayor

10 de mayo de 2004

Como todos los lunes, ha sido un día puto. Es jodido ir a clase un lunes aunque vayas por la tarde. De todas formas, ha sido cojonudo (pese a la lluvia y a mi visita al podólogo). Hoy os recomiendo una película: Un niño grande. No sé quién es el director, pero la protagoniza Hugh Grant. Él es un adulto con la madurez y los sentimientos de un chico de quince años. Conoce a una chica a la que se quiere tirar y, por inercia, también cruzará su camino con una madre suicida y su hijo y bla, bla, bla. Yo también quiero ser una isla como él, pero con ciertas matizaciones. A veces pienso que no está nada mal su vida, aunque sea un tío con una conversación de cinco minutos. Hay gente que es así, que en cinco minutos han agotado toda su munición y otros que se tiran horas y horas hablando de gilipolleces. La verdad es que es un tipo que no se preocupa de nada, vive a su rollo, sin problemas.
Ha llegado a mi casa la colección de biografías del ABC. Ya tengo lectura para todo el verano, aunque hay algunas que me parecen un truño, otras sí tienen pinta de estar bien. Mi hermano también ha ido de compras y por seis euros ha comprado cuatro libros. Entre los adquiridos, hay uno de Graham Greene (Brighton, parque de atracciones) y otro de Sylvia Plath.
También estoy pensando en darle un nombre a estas memorias-escritos-reseñas-relatos. Hunter S. Thompson llamaba al conjunto de sus artículos los "papeles gonzo". A lo mejor estaría bien llamarlos "papeles mojados", aunque no tiene fuerza. Anda, los "archivos lúcidos" no suena nada mal, aunque algunas cosas no son muy lúcidas, son sólo improvisaciones ante las teclas de goma. Sí, me gusta. Lo cambiaré más adelante si encuentro algo mejor. Bueno chicos, os dejo. Me voy con Norman Mailer a la isla de Anopopei a seguir cazando amarillos. Un abrazo.

0 comentarios