Hasta la vista, Karol
Tenía que pasar un día de estos, así que muchos ya estábamos preparados. Seguro que allá donde esté ahora está mucho mejor que aquí. La gente puede decir lo que quiera, pero negarle la importancia que ha tenido en el mundo en los últimos años es perder el tiempo, así que mejor que revises lo que piensas antes de afirmar eso. Todo hay que decirlo: en este tema (como en todo), me resulta imposible ser imparcial y, por tanto, no puedo callarme ante el que habla no ya desde la ignorancia, sino desde los supuestos falsos, que resulta igualmente grave y peligroso (aunque el desconocimiento y las "teorías" que uno cree que son propias suelen ser compañeros de viaje).
Así pues, no puedo sentir más que indignación, y después pena, cuando alguien que no cree en Dios y se manifiesta "crítico" con la religión me dice que no soy cristiano por tener una postura diferente a la oficial de la Iglesia en temas como la homosexualidad, el matrimonio de los sacerdotes y otros asuntos que no forman parte de mi vida cotidiana, pero que como creyente tengo la obligación de entrar en el debate si quiero cambiar las cosas. La conclusión a la que llegó fue que yo no formaba parte de la Iglesia, que yo tenía mi propia Iglesia. Sin duda alguna, conclusión admirablemente original: nunca se me habría ocurrido semejante desvarío. No os equivoquéis, esta charla la mantuve con una persona a la que tengo mucho aprecio y es por esto por lo que puedo tener una opinión distinta de la suya y que ambos nos respetemos.
Recordad, es mi blog. Escribo sobre mis inquietudes, que pueden ser compartidas o no por los demás. Juan Pablo II ha tenido mucha importancia en mi vida y es posible que este sea el post más personal que haya escrito nunca. No lo olvidéis, todas las opiniones son respetables, pero yo prefiero las que se sutentan sobre una base. Un abrazo a todos.
Así pues, no puedo sentir más que indignación, y después pena, cuando alguien que no cree en Dios y se manifiesta "crítico" con la religión me dice que no soy cristiano por tener una postura diferente a la oficial de la Iglesia en temas como la homosexualidad, el matrimonio de los sacerdotes y otros asuntos que no forman parte de mi vida cotidiana, pero que como creyente tengo la obligación de entrar en el debate si quiero cambiar las cosas. La conclusión a la que llegó fue que yo no formaba parte de la Iglesia, que yo tenía mi propia Iglesia. Sin duda alguna, conclusión admirablemente original: nunca se me habría ocurrido semejante desvarío. No os equivoquéis, esta charla la mantuve con una persona a la que tengo mucho aprecio y es por esto por lo que puedo tener una opinión distinta de la suya y que ambos nos respetemos.
Recordad, es mi blog. Escribo sobre mis inquietudes, que pueden ser compartidas o no por los demás. Juan Pablo II ha tenido mucha importancia en mi vida y es posible que este sea el post más personal que haya escrito nunca. No lo olvidéis, todas las opiniones son respetables, pero yo prefiero las que se sutentan sobre una base. Un abrazo a todos.
7 comentarios
Petazeta -
Shere -
alexyses -
David -
Torpin -
Simi -
Yo prefiero evitar postear sobre esto xq la fe no suele ser muy compartida ni comprendida, pero...
Un beso
Sergio -