El currículum y lo que se pasa por mi cabeza.
Sí, hoy he llevado el primer currículum de mi vida a una empresa, aunque si me cogen no será el primer trabajo que realice. Iba yo por la Castellana con el sol pegándose a mi espalda como un caracol gigante y el currículum me hablaba desde la carpeta: "¿De verdad quieres trabajar? Tírate a la bartola todo el verano, gilipollas. Podrías estar en tu casa tirado en el sofá viendo la gira asiática de pretemporada del Madrid y bebiendo cerveza como si el mundo entero no existiera". Pero no le he hecho caso. He llegado a las oficinas de Europa Press y allí lo he dejado. Subí en el ascensor hasta la tercera planta. Detrás del mostrador había un segurata y una secretaria hablando por teléfono: "Buenas tardas, ¿qué querías?", el segurata me recibe con una sonrisa. "Venía a dejar un currículum para trabajar aquí". "Pero, ¿tú eres redactor?", su cara cambió y me empezó a mirar pensando: "Pero tú, chaval, ¿cuántos años tienes?". "Soy estudiante de periodismo y venía a dejaros el currículum para ver si había algún trabajo disponible". La chica había estado escuchando mi diálogo con el guardia pese a estar hablando por teléfono. Su cara era la misma y su pensamiento, idéntico al del segurata: "¿no eres un poco pequeño para trabajar aquí?". Allí les he dejado yo mi sobre con mi foto y los faroles que me he tirado en esos dos folios. Me han despedido con el sempiterno "ya te llamaremos". No me han tratado nada mal, pero no han podido evitar su sorpresa ante mí por haberme mostrado tal como soy. Nada más volver a la calle, he sentido un deseo inmenso de currar en algún sitio. Es posible que este deseo sea sólo pasajero, pero me gustaría muchísimo. Ahora toca esperar.
He terminado el libro de Proust. No sé qué coger ahora, ya veré. Mis abuelos me dieron unos eurillos ayer y me he comprado Mientras agonizo, de William Faulkner. Ya os contaré qué tal está. Esta tarde estuve con Ana, Marina, David y Petazeta viendo Shrek 2. Está cachondona. Ha conseguido sacar a ese niño que llevo dentro y que nunca sale porque el mundo se le ha quedado demasiado grande.
Bueno señores, os dejo. Mañana más (o pasado mañana) (o nunca más).
He terminado el libro de Proust. No sé qué coger ahora, ya veré. Mis abuelos me dieron unos eurillos ayer y me he comprado Mientras agonizo, de William Faulkner. Ya os contaré qué tal está. Esta tarde estuve con Ana, Marina, David y Petazeta viendo Shrek 2. Está cachondona. Ha conseguido sacar a ese niño que llevo dentro y que nunca sale porque el mundo se le ha quedado demasiado grande.
Bueno señores, os dejo. Mañana más (o pasado mañana) (o nunca más).
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