30 de mayo de 2004
Ayer tampoco escribí aquí. Soy un "dejao" de la vida. El caso es que son las diez menos veinte y sigo luchando contra el dolor de cabeza. Esta mañana he estado bastante resacoso. Consejo: cuando os estéis yendo de un bar y os ofrezcan un chupito gratis antes de dormir, ¡no lo aceptéis! Por Dios, qué cosa más mala era. Tenía el estómago y la cabeza como un huracán. El caso es que escuchar 'You never can tell' (la canción del famoso baile entre John Travolta y Uma Thurman en Pulp Fiction) hace que se me empiece a ir la jaqueca. Hoy Rocío-Carolina llevaba a teatro dos de mis atentados contra la literatura impresos. Me ha dicho que le molan. Me he hecho ilusión, la verdad, no se los había visto en la mano a nadie excepto a mí. A la pobre le daba vergüenza ir escuchando a Quique González delante de mí cuando me parece el mejor músico español de la actualidad (ni Bunbury ni leches). Una tipa un tanto friki. Bueno señores y señoras, me voy al cine a ver Ladykillers, ya os contaré. Mañana va a ser un día duro. Un saludo a todos. Ciao
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