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Los archivos lúcidos, aunque cada vez menos, que me hago mayor

9 de mayo de 2004

Hoy escribo pronto aquí, me voy al cine con mi hermano a ver The cooler. Mañana os contaré qué tal está. No ha sido un día muy interesante hoy, no me han pasado cosas muy curiosas. Por eso os voy a hablar del libro que me estoy leyendo, Los desnudos y los muertos, de Norman Mailer. Esta ambientado en la Segunda Guerra Mundial y la batalla del Pacífico. A un relato sobre guerras no se le puede pedir más que todo lo que da este libro: muy bien reflejadas las situaciones de combate y una descripción exhaustiva de las mentes de los soldados (miedos, reflexiones, inquietudes). Muy en la línea de Tolstoi y Guerra y paz. Pese a ser muy gráfico y violento, me está encantando, no se me está cayendo de las manos. Me recuerda mucho a El nombre de los nuestros, de Lorenzo Silva. Lo malo de la mayor parte de los libros de la biblioteca de Iglesia es la traducción, y éste no iba a ser menos. Debe ser que cuando el régimen de Paquito el de Ferrol, nadie se preocupaba de poner los libros en castellano-español y los dejaban todos en castellano-güey, con lo cual, el libro está lleno de "ustedes, jódanse" y vocablos que aquí no pronunciaríamos ni después de haber visto todos los episodios de Speedy González. No os recomiendo que os leáis este libro con tanta efusividad con la que os recomiendo otros, pero hacedlo si tenéis oportunidad. De todas formas, si queréis leer algo grande y que sea parecido a esto, no tardéis en coger alguna edición nueva (las antiguas también están en castellano-Disney) de Guerra y paz. Algo más asequible es el que os he dicho antes de Lorenzo Silva. A ver si leo alguno más sobre guerras, que me están gustando todos los que he leído. Ah, se me olvidaba, La rebelión de los tártaros, de Thomas de Quincey. Es cortísimo y precioso. Si queréis os lo dejo. Bueno chicos. Me voy a cenar. Que os vaya bien esta semana. A ver si mañana meto más cuentos o reseñas. Ciao.

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