12 de abril de 2004
Hoy me he pasado el día preparando la entrevista a Manuel Martín, mi personaje "famoso". He llegado a la Fundación Universitaria Española, que es donde trabaja, y he tenido que esperar media hora. Él pensaba que habíamos quedado a las cinco y media, así que he estado media hora sentado en una silla incomodísima pero refinada hasta decir basta en medio de un elegante salón con el suelo de parquet, espejos enormes por las paredes y una secretaria jovencilla sentada al fondo tecleando en un ordenador. Yo ponía el contraste a tan gustosos ornamentos con unas zapatillas grises manchadas, vaqueros, camiseta, mochila al hombro y muleta para sujetarme. La entrevista ha estado bien, pero Manolo se me iba por los cerros de Úbeda en cada pregunta. Tendré que acortar respuestas. Sí, puede que sea manipulación, pero, ¿qué más da?.
He estado jugando a la Play con Fede, el novio de mi hermana Almudena. Es un gran tipo, pero sus dotes "videojueguísticas" dejan mucho que desear. Poco a poco irá mejorando. No puedo parar de escuchar a los Gipsy Kings cantando Don't let me be misunderstood. Cada vez que la escucho me pongo a bailar a lo Bisbal con esguince de rodilla. Me he mirado en el espejo mientras lo hacía y me he dado pena. Creo que ya no lo voy a volver a hacer, es una imagen demasiado patética de mí mismo. Otra cosa que os voy a recomendar: Adiós a las armas, de Ernest Hemingway. Si el libro sigue así, se va a colar en mi top 5 en cuanto termine de leerlo. Al principio, Hemingway no me había gustado mucho. Sólo había leído París era una fiesta y me decepcionó bastante. Pero este libro, es diferente. Las palabras se me montan una encima de la otra, como la corriente de un río. Me pongo excesivamente poético y pedante cuando escribo aquí, pero es mi blog y escribo como me sale de la punta de la polla.
Bueno, buenas noches a todos. Ahora, mis queridos Nathanaeles, borrad mi blog de vuestra cabeza y de vuestra lista. Olvidad lo escrito aquí. He dicho.
He estado jugando a la Play con Fede, el novio de mi hermana Almudena. Es un gran tipo, pero sus dotes "videojueguísticas" dejan mucho que desear. Poco a poco irá mejorando. No puedo parar de escuchar a los Gipsy Kings cantando Don't let me be misunderstood. Cada vez que la escucho me pongo a bailar a lo Bisbal con esguince de rodilla. Me he mirado en el espejo mientras lo hacía y me he dado pena. Creo que ya no lo voy a volver a hacer, es una imagen demasiado patética de mí mismo. Otra cosa que os voy a recomendar: Adiós a las armas, de Ernest Hemingway. Si el libro sigue así, se va a colar en mi top 5 en cuanto termine de leerlo. Al principio, Hemingway no me había gustado mucho. Sólo había leído París era una fiesta y me decepcionó bastante. Pero este libro, es diferente. Las palabras se me montan una encima de la otra, como la corriente de un río. Me pongo excesivamente poético y pedante cuando escribo aquí, pero es mi blog y escribo como me sale de la punta de la polla.
Bueno, buenas noches a todos. Ahora, mis queridos Nathanaeles, borrad mi blog de vuestra cabeza y de vuestra lista. Olvidad lo escrito aquí. He dicho.
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