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Los archivos lúcidos, aunque cada vez menos, que me hago mayor

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Y el de libros (espero que a nadie se le ocurra hacer otro más)

Y el de libros (espero que a nadie se le ocurra hacer otro más) ¿Cuántos libros tienes en tu cuarto?
Son muchos, no me voy a poner a contarlos, pero para haceros una idea, hay literatura, hay medicina, hay periodismo, hay historia, hay música, diccionarios...
¿Cuál es el libro que te estás leyendo actualmente?
Pues esta tarde mismo he terminado Las vírgenes suicidas, de Jeffrey Eugenides. Os lo recomiendo (como todo lo que ponga aquí). Ya he seleccionado sucesor: Cuentos de amor, de Hermann Hesse. Ya os contaré qué tal está.
¿Cuáles son los cinco libros que más te gustan o te han influído... etc?
A saber: Guerra y paz, de León Tolstoi (sin comentarios); Brighton rock, de Graham Greene; Las vírgenes suicidas, de Jeffrey Eugenides (es que todavía me arrepiento de habérmelo leído tan rápido; hacía mucho que no disfrutaba tanto con un libro); Matadero 5, de Kurt Vonnegut (y eso que me lo leí en inglés; gracias, David); Arrancad las semillas, fusilad a los niños, de Kenzaburo Oé (durísimo, violento, estremecedor, pero qué bien escribe); Niebla, de Miguel Unamuno (simplemente, único). Vaya, creo que he puesto seis. Bueno, da igual.
¿Qué libro actual recomiendas?
Pues... A ver, además de Las vírgenes suicidas, que no se publicó hace mucho, os recomiendo del mismo autor Middlesex (sin habérmelo leído). Con este libro, su segundo, ha ganado el Pulitzer en 2004. Por supuesto, El curioso incidente del perro a medianoche, de Mark Haddon. No leo muchos libros actuales salvo que me los regalen. Cuando compro libros (más a menudo que películas), suelo ir a tiro fijo, a libros de los que me han hablado o a clásicos.

Suave es la noche, Francis Scott Fitzgerald

Suave es la noche, Francis Scott Fitzgerald "Observémosles, por ejemplo, en el tren que está llegando a la estación de Boyen, donde van a permanecer quince días. Los preparativos en el coche-cama han empezado en la frontera con Italia. La criada de la institutriz y la de Madame Diver, que viajaban en segunda, han venido a ayudar a bajar el equipaje y los perros. Mademoiselle Belois se encargará de supervisar el equipaje de mano, y de los sealyham se ocupará una criada y del par de pequineses la otra. La razón de que una mujer quiera rodearse de vida no es necesariamente que sea pobre de espíritu. Se puede deber a un exceso de intereses y, salvo en sus períodos de recaída, Nicole era perfectamente capaz de ocuparse de todo. Pensemos, por ejemplo, en la gran cantidad de bultos pesados que formaban su equipaje. Iban a ser descargados del furgón cuatro baúles de ropa, otro lleno de zapatos, tres llenos de sombreros y dos cajas de sombreros, varios baúles con las pertenencias de la servidumbre, un archivador portáitl, un botiquín, una caja que contenía un infiernillo, un juego para comidas campestres, cuatro raquetas de tenis en prensas y cajas, un gramófono y una máquina de escribir. Distribuidos en los compartimentos reservados a la familia y su séquito había además otras dos docenas de maletines, bolsas y paquetes, todo ello enmerado y etiquetado, uncluso la caja de los bastones".

Situémonos en los felices años 20: todo el mundo forrado por los beneficios de la bolsa, bebiendo champán como los peces en el río del villancico, viviendo a todo tren sin dar ni golpe y aprovechando la juventud hasta los cuarenta. Los Diver son el aparente paradigma de este "happy way of life". Él es un psiquiatra de prestigio y ella es una niñita de papá montada en el dólar. En unas vacaciones en la costa francesa, se hacen amigos de una joven actriz, Rosemary, la cual se enamora locamente de Dick. Éste también le corresponde y mientras los "que sí", "que no", "¿qué hago?", "me quiere", "no me quiere", "ahora sí", "ahora no", el maquillaje que cubre la verdad sobre este matrimonio se va desvaneciendo. Se descubren los problemas de azotea de Nicole Diver y Dick Diver pierde los papeles por la bebida y el tren de vida que lleva con su mujer, que más que una esposa es un grillete que le mantiene sujete a la cruda realidad, es decir, a la vida que finge y que por momentos parece salvarle. Una historia de amor, engaños, fiestas, borracheras, mentes desquiciadas y corazones rotos.

Francis Scott Fitzgerald es uno de los mejores narradores del siglo XX y uno de los estandartes de la llamada Generación Perdida. Estos escritores eran, fundamentalmente, americanos que iban a París, foco cultural de la época, donde algunos malvivían y otros derrochaban su fortuna en fiestas, mujeres y champán. Fitzgerald también bautizó a los locos años veinte como la Edad del Jazz, pero también se podría haber llamado la Edad del Champán. Como los Diver, Fitzgerald y su mujer, Zelda, llevaron un ritmo propio de un emperador romano. Muchos críticos ven en este libro muchas similitudes entre la pareja ficticia y la real. De hecho, son muy conocidos los problemas mentales de Zelda y los excesos con la bebida de Francis, que lo llevaron a la tumba a los 44 años.

La peste, Albert Camus

La peste, Albert Camus "La mañana del 16 de abril , el doctor Bernard Rieux, al salir de su habitación, tropezó con una rata muerta en medio del rellano de la escalera. En el primer momento no hizo más que apartar hacia un lado el animal y bajar sin preocuparse. Pero cuando llegó a la calle, se lo ocurrió la idea de que aquella rata no debía quedar allí y volvió sobre sus pasos para advertir al portero. Ante la reacción del viejo Michel, vio más claro lo que su hallazgo tenía de insólito. La presencia de aquella rata muerta le había parecido únicamente extraña, mientras que para el portero constituía un verdadero escándalo. la posición del portero era categórica: en la casa no había ratas"
Así comienza la crónica ficticia de los sucesos que tuvieron lugar en 194... en la ciudad de Orán, pero cuyo significado real traspasa las barreras temporales y espaciales. La historia del libro es la historia de una ciudad que poco a poco ve cómo un brote de peste empieza dejando algunas ratas muertas en las calles y que termina dejando a unos pocos hombres vivos en las casas. Nadie quiere saber lo que pasa ni con esas ratas ni con la gente que empieza a morir a causa de la peste. La ciudad acaba cerrando sus puertas convirtiéndose así en una ratonera. Algunos tratan de escapar y otros se esconden o luchan en la ciudad, pero todos terminan aceptando su destino. La esperanza de los que quieren burlarse de la autoridad y escapar no es más que un fantasma de niebla, y los que aguantan en la ciudad no encuentran sitio alguno en el que refugiarse, salvo la constante lucha contra le enfermedad (lo que Camus narró en su ensayo El mito de Sísifo). Todos acaban resignándose a una suerte impuesta por el azar.
Si ese es el argumento del libro, su significado va mucho más allá. Camus escribía sobre la decadencia de una Europa que en menos de cincuenta años había sufrido dos Guerras Mundiales en su corazón y que llevaba a muchos hombres a la pérdida de sentido en sus vidas, lo que finalizaba en la nada absoluta, en la negación de cualquier creencia y el sentido trágico de la vida. La sociedad actual sigue siendo heredera de esta desorientación y se mueve en la dirección que marca una brújula desimantada; es por eso por lo que este libro tiene validez hoy y la tendrá en el futuro.
A parte de su significación oculta, el libro está escrito a modo de crónica periodística, con un lenguaje sencillo y descripciones que con palabras dan la misma nitidez que una fotografía. Se alternan partes descriptivas con diálogos llenos de tensión y emoción humana.
La novela apareció publicada en el año 1947, cinco años después de su primera novela, El extranjero. En el año 1957 recibió el Premio Nóbel y en 1960 murió en un accidente de coche.
"Oyendo los gritos de alegría que subían de la ciudad, Rieux tenía presente que esta alegría está siempre amenazada. Pues él sabía que esta muchedumbre dichosa ignoraba lo que se puede leer en los libros, que el bacilo de la peste no muere ni desaparece jamás, que puede permanecer durante decenios dormido en los muebles, en la ropa, que espera pacientemente en las alcobas, en las bodegas, en las maletas, los pañuelos y los papeles, y que puede llegar un día en que la peste, para desgracia y enseñanza de los hombres, despierte a sus ratas y las mande a morir a una ciudad dichosa".

La espuma de los días, Boris Vian

La espuma de los días, Boris Vian "A cada nota -dijo Colin- le hago corresponder un alcohol, un licor o bien un aroma, El pedal corresponde al huevo batido y la sordina al hielo. Para el agua de Seltz hace falta un trino en el registro agudo. Las cantidades están en proporción directa a la duración: a la semifusa equivale un dieciseisavo de unidad, a la la negra la unidad, y a la redonda cuatro unidades. Cuando se toca una canción lenta, se activa un sistema de registro para que no aumenten las medidas -lo que daría un cóctel demasiado abundante-, aunque sí el contenido de alcohol. Y además se puede, si se quiere, según la duración de la canción, hacer variar el valor de la unidad, reduciéndolo lpor ejemplo a una centésima parte, para obtener una bebida en la que se tengan en cuenta todas las armonías mediante una regulación lateral."
La espuma de los días es la cima literaria de Boris Vian (París, 1920 - Nueva Orleans, 1959), pero no hubiera llegado tan lejos en tan poco tiempo si no hubiera escuchado a Duke Ellington y a otros músicos de jazz. El libro destila acordes alegres en sus primeras páginas, pero a medida que avanza, la melodía se torna triste y cambia a tonalidad menor al paso que el amor entre Chloé y Colin desaparece por una fuerza más fuerte que la música, la muerte. Esta novela surrealista tiene muchos elementos de la poesía de Verlaine, el ritmo de Hemingway y los ambientes de Kafka. Una obra en la que lo redondo acaba siendo cuadrado, el color vuelve al blanco y negro, la alegría es tristeza, el dinero se evapora como el agua y la felicidad es estúpidamente efímera.

El hombre que sabía demasiado, Gilbert Keith Chesterton

El hombre que sabía demasiado, Gilbert Keith Chesterton "Yo creo muchas cosas. Si por casualidad ustedes logran algún día hacer saltar por los aires todo este tinglado que es la sociedad, no creo que la raza humana llegue a encontrarse peor que ahora. Pero no sea usted demasiado duro conmigo por el simple hecho de que sepa lo que es la sociedad. Ésa es precisamente la razón por la que prefiero dedicar mi tiempo a otras cosas. Como, por ejemplo, a esos hediondos peces".
Pese a pasar la mayor parte del tiempo pescando, Horne Fisher es uno de los hombres fuertes de Inglaterra, de esos que lo conocen todo de los bastidores de su país pero que no sale nunca en la prensa ni en televisión. Este hombre que sabía demasiado se dedica a desenmascarar crímenes envueltos en un halo de misterio y que luego, cuando han sido analizados y desnudados por su privilegiada intuición, resultan tan lógicos y fáciles de entender como las pistas del Cluedo. Una novela (o cuentos con el mismo protagonista) oscura a ratos, escrita con precisión y dirigida por unos diálogos directos, concisos y que destilan la tensión del que se sabe cercano a un asesino pero no sabe quién es.

Los hermanos Karamázov, Fedor Dostoievski

Los hermanos Karamázov, Fedor Dostoievski Última obra de Dostoievski y síntesis de todo su pensamiento. Las pasiones se desatan en esta familia. Fiódor Pavlóvich, el padre, un mujeriego y un borracho, es asesinado. El principal sospechoso es su hijo mayor, Dimitri, con quien no se llevaba muy bien, pero que el fondo de su corazón es noble y sincero como la fe de su hermano pequeño, Aliosha. En medio de estos dos está Iván, un escéptico y vidente de la crisis de la razón, y Smerdiákov, el hijo bastardo nunca reconocido de Fiódor Pavlóvich. Todos tenían motivos para matar a su padre, pero, ¿quién lo hizo?. Una historia intensa, agobiante, detallista y psicológica. Dostoievski hace de una pequeña ciudad de provincia rusa todo un cosmos de historias entrelazadas, amores, pasiones, odios y remordimientos que tendrán en ascuas a todo aquél que se atreva con las casi 1200 páginas que componen este inmeso tratado sobre la psiquis humana. Toda una cima de la Literatura Universal.

Guerra y paz, de León Tolstoi.

Guerra y paz, de León Tolstoi. Fantástica historia ambientada en la Rusia que lucha contra Napoleón a principios del siglo XIX. Todo el libro es un complejo documento histórico en el que la psicología de los personajes (incontables) es desgranada a medida que los hechos que ocurren influyen en ellos. Estos personajes (muchos de ellos son personajes históricos, es decir, completamente REALES) no son meros muñecos de tinta y papel, sino que el lector los ve crecer y evolucionar, vive con ellos, se mete en su mente y los llega a comprender. Todo está aquí. Lo más grande y lo más bajo del ser humano. Una radiografía de la humanidad en uno de los momentos cumbre de la Historia Universal.

La flaqueza del bolchevique, de Lorenzo Silva

La flaqueza del bolchevique, de Lorenzo Silva Novela corta del escritor madrileño en la que su protagonista emprende una infantil venganza contra una señorita de ciudad tras un estúpido choque de coches en Atocha. Este ejecutivo de banco y fanático de los Judas Priest terminará enamorándose la de hermana adolescente de Sonsoles, la nueva Lolita llamadada Rosana. Una historia con final sorprendente en la que los escrúpulos se interponen a los impulsos más primarios del hombre.

Adiós a las armas, de Ernest Hemingway

Adiós a las armas, de Ernest Hemingway Novela ambientada en la Italia de la Primera Guerra Mundial. Henry es un conductor de ambulancias enamorado de Catherine Berkley, una enfermera de un hospital. Mientras está de servicio, Henry cae herido en una pierna y es en el hospital donde termina de fraguarse el amor entre estos dos personajes, que acabarán huyendo de Italia en un tortuoso viaje hacia Suiza para buscar la felicidad en pareja lejos del mundo tan difícil que los rodea.

Pulp, de Charles Bukowski.

Pulp, de Charles Bukowski. Este poeta y novelista alemán pero afincado en Los Ángeles desde niño, se desmarca de su personaje estrella, Henri Hank Chinaski, su álter ego, y presenta la historia de Nick Belane, un detective privado muy poco ortodoxo, borracho, violento y salido, que busca la solución a unos casos extraños encargados por personajes extraños. Una novela surrealista y onírica totalmente alejada de lo que solía escribir este beatnik tardío (o beatnik no suscrito).

El tercer hombre, de Graham Greene.

El tercer hombre, de Graham Greene. Esta novela corta de Graham Greene sirvió como guión para la excelente película de Carol Reed del mismo título. Todo surgió como un encargo que le hicieron a Greene para hacer un guión. Él prefirió escribir la novela y después hacer un guión aparte. Las interpretaciones de Josheph Cotten y Orson Welles, y la música de Anton Karas son magníficas. La historia se sitúa en la Viena dividida después de la Segunda Guerra Mundial, ciudad a la que llega Rollo Martins invitado por su amigo Harry Lime. Cuando Martins llega a la ciudad, descubre que su colega desde la infancia ha muerto en extrañas circunstancias. Rollo, que escribe novelas baratas, se encargará de descubrir qué es lo que ha pasado de verdad y descubrirá todo el mundo del estraperlo y el comercio ilegal en un tiempo tan difícil.