A por él
En principio, ya sólo me queda un año de carrera. Se me ha pasado volando este curso también y es posible que antes de que me dé cuenta ya pase el último. De un tiempo a esta parte me he puesto a pensar en gente que conozco que ha acabado la carrera, en compañeros de trabajo y en lo que es el periodismo en sí, y creo que es una engañifa, aunque supongo que no es fácil ganarse la vida hagas lo que hagas -yo no lo sé, todavía no me la gano-. Además, haga lo que haga, hay una voz de cajera de supermercado que suena en mi cabeza que me dice que coja el camino largo y difícil, por lo que todavía no sé qué hacer. Y como esto es un blog y las intimidades de uno es mejor guardárselas, y como ya creíais que iba a dejar de hablar de fútbol por un día, no os voy a decepcionar y hablaré de ese 11 contra 11 que nos tiene a todos agarrados por las pelotas: el España-Francia de esta noche.
Sinceramente, nos ha pasado lo peor que nos podía pasar. Jugamos un mal partido para cerrar la fase de grupos -un triste 0-1 ante ¡¡Arabia Saudí!!, otra superpotencia como Egipto, Croacia o Rusia-, con lo que hemos mermado la confianza de los hombres de banquillo y ya no asustamos tanto a los franceses -aunque esto puede jugar a nuestro favor-. Del lado galo, han sufrido para clasificarse y lo han hecho como segundos, así que nos ha tocado contra ellos. Si Francia juega con Henry arriba solo, España tiene más opciones que si Domenech saca también a Trezeguet. En los dos primeros partidos -ante Suiza y Corea-, el del Arsenal estuvo muy aislado y Francia sólo metió un gol. Si hoy también está aislado, mucho mejor. Puyol ya sabe cómo actuar es caso de emergencia. Me da también mucho miedo Ribery, un extremo tapado que puede hacer mucho daño a Pernía o Sergio Ramos, ya que juega cambiando de banda cada dos por tres. La solución estará en las ayudas que pueda multiplicar Xabi Alonso y esperar a su bajón físico en la segunda parte. Ojo también a Vieira y Zidane, dos perros viejos que se las saben todas. El primero aguantará sin problemas todo el partido y puede ser muy peligroso en las llegadas desde segunda línea. De Zidane, lo mismo que de Ribery: mantenerle vigilado y esperar a que se canse. Por último, la defensa de Francia asusta. Sólo han encajado un gol, igual que España, lo que es bastante temible. El único punto negro de los bleus es, sin lugar a dudas, Barthez, su portero. Sinceramente, no ofrece ningún tipo de seguridad y tan pronto te salva un partido en una jugada como en la siguiente sale a por uvas y encaja un gol.
España se la juega ante una campeona del Mundo. De momento, todas las selecciones que han sido campeonas alguna vez y que están en Alemania ya están en cuartos, pero ¿es el momento de que España dé el salto de ser grande a nivel de clubes? Esta noche tendremos un poco más al alcance de nuestra mano dar respuesta a esta pregunta, aunque en cuartos nos fuéramos a ver con Brasil.
0 comentarios