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Los archivos lúcidos, aunque cada vez menos, que me hago mayor

¡Qué grande es el fútbol!

¡Qué grande es el fútbol! Para mal de muchos y consuelo de más todavía, la Liga ha vuelto este fin de semana. Ya os podéis ir preparando los que odiéis el fútbol. Sólo tengo dos palabras para vosotros: os jodéis. Aunque signifique más trabajo para mí, tenía ganas de que empezase la temporada. Estaba harto de pachanguitas de verano y chinitos pidiéndole a Raúl los calzoncillos.

No hay que engañarse. El Madrid, ahora mismo, no podría ganar la Liga ni con un ejército de Robinhos. Salió el tipo este (ojo, ¡que tiene mi edad!), y montó la de Dios es Cristo. Que si bicicletas, fintas, controles, regates... A alguno todavía le baila la cadera en el Ramón de Carranza. Pero, amigo mío, no es oro todo lo que reluce. Mientras siga habiendo jugadores que jueguen en posiciones no habituales para ellos, la cosa no va a terminar de funcionar. Aparte de que ayer Gravesen estuvo muy espeso, Beckham no es un mediocentro y Baptista ni siquiera sabe dónde tiene que jugar. Zidane no está en forma y si hay que esperar a que se ponga, mejor que se quede en el banco. La defensa no lo hizo mal, aunque en el gol seguro que estaban mirando a alguna andaluza maciza de la grada. Casillas salvó otra vez más de una, Raúl estuvo muy presente y Ronaldo, atención, ¡le echó ganas!

Lo del Barcelona fue mala suerte, aunque no me gusta achacarle a la mala suerte fallar goles. Bonano le tiró un recadito al Barcelona por su pasado, pero de no ser por los tres palos que tuvieron Ronaldinho y Eto'o, el titular hubiera pasado de 'Héroe' a 'Bonano evitó una goleada mayor'. El Alavés salió a jugar un partido de 0-0, 1-0 ó 0-1, y no se llevó un 0-4 de milagro. Salvo un contraataque que Bodipo estrelló en el palo, no dio mucha más guerra en la portería de Víctor Valdés. Y, claro, el Barcelona se dio cuenta y vendaval al canto: por una banda, por otra, de falta, de córner... Al final, Eto'o acabó demostrando porqué no fue pichichi el año pasado.

El que sí lo fue, Forlán, no pudo evitar que el Osasuna ganara a su equipo, el Villarreal. Marcó el empate a uno, pero Romeo en el otro bando hizo los dos tantos de su equipo. Los pamploneses siempre empiezan bien, pero luego... Iba a decir que como el Atléti, pero es que estos no han empezado bien, que se diga. Primera parte, de feria: muchas luces, sonido, espectáculo, pero fallando más que las escopetas. Segunda mitad, de resaca. Mucho pareció pesarle la presión a los jugadores. Torres ya puede ir afinando, que llega Serbia la semana que viene y, si hay suerte, al Mundial. El Zaragoza se encomendó al ex-madridista César y a la mala suerte del rival. Un punto y a casita.

Para chasco, el del Espanyol. Y para alegría, la del Getafe. Lotina todavía no se lo cree. No ganó ningún partido en pretemporada y comienza la Liga perdiendo. Los de Schuster, como si Quique no se hubiera ido. Y Quique en Valencia, como si estuviera en Getafe. Da igual que ahora tenga jugadores de la talla de Aimar o Vicente. El tío grita, corrige o señala que da gusto con él. Sin duda alguna, es uno de los entrenadores españoles con más futuro. Enfrente tuvo al Betis, que no se dejó ganar, pero que mostró ser menos equipo que los valencianos.

Como casi siempre pasa, la primera jornada acaba con un líder que mucho tendrá que apretar para llegar así a final de temporada. El Athletic de Bilbao, con los tres goles que le metió a la Real Sociedad en el primer derbi del año, comienza liderando la tabla. Debilidades mías: ojo a Llorente, el delantero de los leones, y ojo a Tristán. El jugador del Deportivo tiene todo un año para volver a la selección, algo que, si las cosas están bien, sería muy de agradecer. Pese a esto, un cero para el 'look' del delantero (con un nueve rapado en la cabeza), y otro para el Mallorca, que ya puede cambiar o volver a Segunda. Dejaron la victoria en bandeja al Deportivo (0-1) de Caparrós, otro del que digo lo mismo que Quique.

El otro equipo gallego, el Celta, ha vuelto a Primera División por todo lo alto. Gustavo López (¡pero cómo pudo estar este pedazo de jugador en Segunda!) y Baiano, que se vengó de su ex equipo, le dieron una lección de fútbol al Málaga. El Sevilla despejó dos dudas ante el Racing: hay vida después de Baptista y hay vida después de Caparrós. Los santanderinos se llevaron un gol en contra del Sánchez Pizjuán, y gracias.

1 comentario

sergio -

Lo mejor de la liga, de momento, ha sido el partido del barça, para no faltar a la tradición. Lo peor, Luxemburgo. Qué entrenador más pésimo. El Madrid gana y aburre. Para eso ya teníamos a Capello...