16 de junio de 2004 (Bloomsday)
Me acaba de ocurrir una cosa que me ha dejado bastante extrañado. Estaba haciendo un artículo sobre el Ulises de Joyce, pero me he visto totalmente avasallado por el fenómeno. No me veo capaz de escribir algo sobre el libro. Sobre todo porque estaba escribiendo desde la posición del que no sabe nada, y yo sé menos que nada. Es mejor no opinar de lo que no tenemos ni idea, así que, me callo. Me hacía ilusión decir algo de Ulises, quería llegar al debate de qué sentido tiene publicar algo tan difícil de leer y tan complejo, y que luego sea de "lectura obligatoria" para todo aquel que estudie letras. Tengo un bloqueo mental encima que no puedo con él. Si os digo lo que pienso de verdad, la literatura está para disfrutarla, así que, coged el primer libro que veáis por vuestra casa y devoradlo, sea cual sea. No pasa nada si ponéis en un montón los que os queráis leer y en esa pila está el Ulises. Sólo tenéis que meter en la cola antes que él otros libros que vayáis viendo por ahí.
Ya que estamos, os cuento que el Bloomsday es el día en el que se desarrolla el libro, 16 de junio de 2004. Hay un montón de frikis que en el día de hoy han desayunado vísceras de cerdo, han llevado una patata en el bolsillo, han leído el libro en compañía de otros culturetas como ellos y han recorrido las calles de Dublín pasando por los mismos sitios y a las mismas horas que Leopold Bloom. Como curiosidad, el libro no se publicó hasta 1922. La miga de la novela no está en el argumento, sino en toda la simbología y todas las correspondencias que tiene con el problema judío, La Odisea de Homero, las partes del cuerpo, el lenguaje (cada capítulo está escrito en un estilo diferente), la independencia de Irlanda y otros muchos significados que podréis encontrar en los prólogos de las ediciones en castellano de este mamotreto de hormigón armado.
El resto de mi día lo he pasado viendo la tele, durmiendo y viendo el partido de España. Joder, siempre nos pasa lo mismo y nos la tenemos que jugar en el último partido. Os dejo ya, tengo que estudiar antes de irme a la cama. Mañana tengo examen y no lo llevo nada bien. Este año puede haber cataclismo con las notas.
Ya que estamos, os cuento que el Bloomsday es el día en el que se desarrolla el libro, 16 de junio de 2004. Hay un montón de frikis que en el día de hoy han desayunado vísceras de cerdo, han llevado una patata en el bolsillo, han leído el libro en compañía de otros culturetas como ellos y han recorrido las calles de Dublín pasando por los mismos sitios y a las mismas horas que Leopold Bloom. Como curiosidad, el libro no se publicó hasta 1922. La miga de la novela no está en el argumento, sino en toda la simbología y todas las correspondencias que tiene con el problema judío, La Odisea de Homero, las partes del cuerpo, el lenguaje (cada capítulo está escrito en un estilo diferente), la independencia de Irlanda y otros muchos significados que podréis encontrar en los prólogos de las ediciones en castellano de este mamotreto de hormigón armado.
El resto de mi día lo he pasado viendo la tele, durmiendo y viendo el partido de España. Joder, siempre nos pasa lo mismo y nos la tenemos que jugar en el último partido. Os dejo ya, tengo que estudiar antes de irme a la cama. Mañana tengo examen y no lo llevo nada bien. Este año puede haber cataclismo con las notas.
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