5 de abril de 2004
(Escrito el 6 de abril a las 16.00)
A veces me pongo a pensar en la persona, si lo es, que escribe nuestras vidas. Hoy he llegado a la conclusión de que necesita una cura de desintoxicación. Ayer, y también hoy lo está siendo, fue un día para no olvidar. Cuando lees algún libro o ves algún cuadro surrealista, te paras a pensar en cuáles son las motivaciones que llevan al artista a decir tal o cual cosa y resultan medianamente inteligibles. Pero la vida no funciona así. Tratar de comprender las cosas te vuelve loco, sobre todo, cuando algunas te pasan sobrevolando como balas. Estoy escuchando Seven Nation Army a todo volumen, con la pierna vendada desde el tobillo hasta casi la ingle y tengo una resaca que me está agarrando por los cojones desde primera hora de la mañana. Hace dos horas estaba tumbado en la cama a oscuras, contando los bultitos de la pintura gotelet de mi habitación. Cada una de esas gotitas de pintura seca son lágrimas de mi habitación, que se pone a llorar cuando me ve triste. Hace una hora me reía con mi hermana de lo de mi rodilla. Ahora creo que me iré a leer un rato al sofá. ¿Tiene esto sentido? No, no lo tiene, como tampoco lo tiene la mayoría de las cosas que pasan a nuestro alrededor. No tratéis de entendar esas cosas, dejadlas estar a vuestro lado y os terminaréis acostumbrando, como nos hemos acostumbrado los unos a los otros.
David, tu cumpleaños estuvo genial ayer. Espero que hagamos muchas cenas y comidas como la de ayer, y que te hayan gustado los regalos. Muchas gracias. A los demás, nos vemos, que tengáis una buena Semana Santa, que mañana me piro con mi pata chula a Buitrago. Olvidad lo que he escrito hoy, tengo un ascensor en la cabeza que a veces consigue dejarme en mi piso pero que ahora me tiene descolocado.
A veces me pongo a pensar en la persona, si lo es, que escribe nuestras vidas. Hoy he llegado a la conclusión de que necesita una cura de desintoxicación. Ayer, y también hoy lo está siendo, fue un día para no olvidar. Cuando lees algún libro o ves algún cuadro surrealista, te paras a pensar en cuáles son las motivaciones que llevan al artista a decir tal o cual cosa y resultan medianamente inteligibles. Pero la vida no funciona así. Tratar de comprender las cosas te vuelve loco, sobre todo, cuando algunas te pasan sobrevolando como balas. Estoy escuchando Seven Nation Army a todo volumen, con la pierna vendada desde el tobillo hasta casi la ingle y tengo una resaca que me está agarrando por los cojones desde primera hora de la mañana. Hace dos horas estaba tumbado en la cama a oscuras, contando los bultitos de la pintura gotelet de mi habitación. Cada una de esas gotitas de pintura seca son lágrimas de mi habitación, que se pone a llorar cuando me ve triste. Hace una hora me reía con mi hermana de lo de mi rodilla. Ahora creo que me iré a leer un rato al sofá. ¿Tiene esto sentido? No, no lo tiene, como tampoco lo tiene la mayoría de las cosas que pasan a nuestro alrededor. No tratéis de entendar esas cosas, dejadlas estar a vuestro lado y os terminaréis acostumbrando, como nos hemos acostumbrado los unos a los otros.
David, tu cumpleaños estuvo genial ayer. Espero que hagamos muchas cenas y comidas como la de ayer, y que te hayan gustado los regalos. Muchas gracias. A los demás, nos vemos, que tengáis una buena Semana Santa, que mañana me piro con mi pata chula a Buitrago. Olvidad lo que he escrito hoy, tengo un ascensor en la cabeza que a veces consigue dejarme en mi piso pero que ahora me tiene descolocado.
2 comentarios
Mulán -
borja -
No me empieces a escribir "curda" a lo Hunter S. Thompson...