Por cortesía de la NASA, Ryan Adams
Desconozco si hay alguna empresa del entramado musical en la América profunda que se llame NASA. Si no existe tal, Ryan Adams es el tío más cachondo y con más ego del orbe que gravita entre cuatro acordes. Acabo de poner Heartbreaker por enésima vez, pero con este disco, como con las buenas películas o los libros que nunca releemos, ocurre que descubres algo nuevo cada vez que te vuelves a acercar a él.
Ryan Adams appears courtesy of NASA. Será cachondo, el tío. Hizo un gran disco, lo sabía. Música de lo más humana que parecía venir de otro planeta, de ése que flota en cada uno, aquél en el que nos sumergimos para dejar desterrada la tristeza antes de volver a la Tierra. Heartbreaker fue hecho en otro cuerpo celeste invisible a los ojos, al que sólo se accede por oído. Estremece, encoge el diafragma, deja sin respiración y el aire sale por los poros que erizan el vello de los pelos.
Trato de acercarme a una descripción objetiva de lo que se siente cuando su voz se esconde en la guitarra y Emmylou Harris pide llorando que algún día la lleves a casa. Esta búsqueda de significado tiene que ser, forzosamente, objetiva. No puedo ser el único loco que siente frío cuando suena Oh My Sweet Carolina. Tampoco creo que esté extraviado por pensar que es una genialidad escuchar los dedos golpear la guitarra en Call Me On Your Way Back Home. Ni pienso que soy el único raro al que se le cierran los puños cuando llega Come Pick Me Up.
Venga de otro planeta, o de Carolina del Norte, Ryan Adams ha hecho en catorce años algunos de los discos que más brillan en mi estantería. Siempre están ahí, como estrellas tristes que no dejan de alumbrar entre la oscuridad, aunque sean reflejo de las depresiones que alguna vez te atraparon. Aunque ninguno de ellos llena tanto el vacío como Heartbreaker.
**Feliz 2008 a todos. Sigo trabajando en la lista de los mejores discos de 2007. Espero completarla pronto, pero no es cosa fácil. Mi pereza puede con todo**
5 comentarios
Padrino -
Fuera coñas, a ver si escribes más a menudo, puto vago, que me echo unas jajas con tus historias...
Cuídate, Abuelo, a ver si nos vemos un día de estos. Ciao Pavarotti.
La niña del mar -
Mariano -
Cosas como la serie son que hagas este post el sábado, el domingo vea medio por casualidad un trozo de Elizabethtown y me grabe el tema para un CD de MP3 para la cadena de música.
Pero el artículo no lo leí hasta ayer, y a la noche me encuentro que una de las chicas de aquí tiene de mensaje en el messenger... "come pick me up, take me out". Casi nada...
Gran disco, desde luego.
Marta In Wonderland -
Frank Einstein -