La mortadela
Me sorprendo a mi mismo levantado a las siete y media de la mañana, yendo de una punta a otra del pasillo, haciendo tiempo para el desayuno mientras me pienso si vuelvo a la cama. No me he acostado otra vez. Me he obligado a permanecer con los ojos abiertos porque si me hubiera echado, estaría dando vueltas con el dos de oros.
Un resfriado es una buena excusa para actualizar el blog. Cuando uno tiene un constipado como el que tengo yo, el dormir se vuelve liviano y cualquier mosca ahuyenta el sueño que tanto costó coger de noche. Los problemas para el descanso se agravan cuando no es una mosca, sino cuatro personas, las que se levantan antes que tú. Duchas, secadores, andar sobre el parqué, abrir puerta y cerrar puerta... Hoy será un día largo.
Tengo que pagar una multa. Cada vez encuentro más indicios que apuntan a que este resfriado es una reacción psicosomática al estrés que me produce la jodida sanción. Hay que pensar que no todo en esta vida es pagar, que la felicidad es alcanzable por otros medios. Hay que olvidar que sueltas la plata antes de descubrir un buen disco, ya sea pagando Internet, comprándolo en la tienda o cumpliendo con la mensualidad del portátil. No debes acordarte de que has soltado cinco euros, en el día del espectador, por ver Cassandra's Dream, o de la mortadela que gasta uno en los intragables sándwiches de la máquina sólo para tener una excusa para no volver a fumar...
Por la sombra
5 comentarios
La niña -
Crucemos los dedos (los tuyos llenos de gambas que, según parece, a alguien le parecen algo sexy...)
Patch -
Anónimo -
David -
Soni -
Por cierto, no me gusta nada la foto que has puesto, haz el favor de actualizar prontito.. jeje. Saludos