Descubriendo al funcionario perfecto
Creo que no conduzco mucho mejor de cómo lo hacía hace un mes. De lo que sí tengo la certeza es que soy unos cuantos euros más pobre que entonces. Lo dice el justificante del banco. Esperaba al menos un papel de la autoescuela o de Tráfico que dijera: "Sí, éste tío es pobre, pero ya puede conducir". En el fondo, lo hacen por mi bien. Seguro que piensan: "Hombre, recupérate del sablazo que te hemos metido ahora, porque enseguida me las apañaré para multarte en algún sitio, que de alguna manera tengo que pagar el radar que he puesto en el semáforo de tu casa y el que voy a poner el mes que viene en la puerta de salida de tu garaje, no vaya a ser que vayas muy rápido al subir la rampa".
Lo que decía al principio, que conduzco igual que hace un mes, pero ya creen que he pagado lo suficiente como para ser "apto" para conducir. Y es que cada vez que pienso el dinero que me he dejado -y el que me voy a dejar en gasolina, multas y toda la pesca-, los nervios, los madrugones... Por encima de todo esto, hay una cosa que me termina sacando de mis casillas: la tasa de examen. Son 65 euros que pagas porque un tío se siente atrás con un papel y un bolígrafo, diga unas indicaciones -las más frecuentes: "derecha", "izquierda", "la siguiente salida", "cambie el sentido de la marcha"- y luego ponga una cruz en uno de los tres siguientes cuadraditos: apto, no apto, no presentado. Magnífico: el funcionario perfecto.
5 comentarios
la niña del mar -
torpin -
Enhorabuena torpedor!!!!
Aliena -
Es cierto que lo del carné de conducir es un sacacuartos increíble... y que se prolonga mientras quieras tener coche propio(que en el fondo si te lo sacas es para eso)porque pagas gasolina, seguro, impuestos...
Besos
BL!! -
:___________________(
qué mayores estais todos leñes.
Mariano -
Un abrazo, conductor.