He vuelto, para bien y para mal.
Sí, ya estoy aquí otra vez. Siento no haberos contado nada aquí en casi dos semanas, pero he estado ocupado trabajando y haciendo otras cosillas. Entre semana sigo currando en el bar a una media de seis horas al día y los fines de semana me escapo a El Escorial, como los dos últimos, que han sido de órdago. La semana pasada hubo fiesta en San Lorenzo y en Villalba. Vi Kill Bill 2 y me gustó bastante. La gente me pregunta que cuál de las dos me ha gustado más, pero yo no sé qué decirles. Hay que ver las dos y decidir. Las fiestas de Villalba estuvieron bastante bien.
Este fin de semana pasado también volví a la Ilustre. Eran las fiestas y no decepcionaron. El viernes hubo cena orgiástica en La Reja y fiesta hasta las seis de la mañana. El sábado algo de resaca, pero no había tiempo porque el Mezclas y Fili celebraban su cumpleaños y había que estar listo para el whisky.
Todos estos excesos me están pasando factura y ahora estoy malo de la garganta y el estómago. Por eso hoy sólo he trabajado un rato en el bar. Creo que voy a desfallecer encima del teclado. Ahora tengo tiempo para hacer otras cosas. Me estoy leyendo Suave es la noche, de Scott Fitzgerald y no voy a tardar en colgar una reseña aquí, que me está encantando.
Durante estas dos semanas sin escribir nada por aquí he hecho un montón de cosas más con mucha gente, pero no me apetece contároslas todas. Lo único que sé es que me han dejado libros para leer y El gran Lebowski, una de mis películas preferidas. Es divertidísima. Siempre he querido ser como el Nota, tío.
Bueno, señores, es el momento de partir. Voy a cenar algo y a sentarme en el sofá a hacer la marmota. A ver si escribo más a menudo a partir de ahora. Vayan con Dios.
Este fin de semana pasado también volví a la Ilustre. Eran las fiestas y no decepcionaron. El viernes hubo cena orgiástica en La Reja y fiesta hasta las seis de la mañana. El sábado algo de resaca, pero no había tiempo porque el Mezclas y Fili celebraban su cumpleaños y había que estar listo para el whisky.
Todos estos excesos me están pasando factura y ahora estoy malo de la garganta y el estómago. Por eso hoy sólo he trabajado un rato en el bar. Creo que voy a desfallecer encima del teclado. Ahora tengo tiempo para hacer otras cosas. Me estoy leyendo Suave es la noche, de Scott Fitzgerald y no voy a tardar en colgar una reseña aquí, que me está encantando.
Durante estas dos semanas sin escribir nada por aquí he hecho un montón de cosas más con mucha gente, pero no me apetece contároslas todas. Lo único que sé es que me han dejado libros para leer y El gran Lebowski, una de mis películas preferidas. Es divertidísima. Siempre he querido ser como el Nota, tío.
Bueno, señores, es el momento de partir. Voy a cenar algo y a sentarme en el sofá a hacer la marmota. A ver si escribo más a menudo a partir de ahora. Vayan con Dios.
2 comentarios
Petazeta -
Borja -