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Los archivos lúcidos, aunque cada vez menos, que me hago mayor

De fútbol

De fútbol

No quiero irme a preparar la comida sin antes hablar de fútbol. Es el segundo post que escribo en la mañana, así que podéis haceros una idea de lo ocioso que estoy. Ahora estoy escuchando Feast of Wire, de Calexico. Cada vez me gusta más. Pero no voy a seguir por ahí.

En lo que llevamos de verano, y a pocos días de que algunos equipos empiecen la pretemporada, el Real Madrid no tiene entrenador. Hacer del fichaje de un entrenador un culebrón es el colmo de los colmos, futbolísticamente hablando. Ya te has ganado la enemistad de otro club, si es que alguna vez Ángel Torres quiso ser amigo si no presidente en Concha Espina. Peor le va todavía al Real Madrid fuera de España. Entra como un elefante en una cacharrería cuando va a hacer un fichaje. Encarece los fichajes sólo por la forma en que negocia y todos se le suben a las barbas para sacar una tajada que rara vez es negada. Además, se llena los bolsillos de enemigos: el Arsenal lo critica por haber tocado a Wenger y Cesc; en Milán, tres cuartos de lo mismo; a este paso, con el Inter -un equipo con el que no se han mantenido malas relaciones- va a pasar lo mismo por Adriano -pudo haberlo fichado Valdano- y Chivu.

Todo lo contrario que el Barcelona. Llega en silencio y se lleva lo que quiere. Seguro que al Real Madrid le hubieran cobrado mucho más por Henry. Por cierto, un fichaje de lo más interesante. Simplemente, lo han contratado para ponerle competencia a Ronaldinho, no como un sustituto. Él brasileño ha jugado por decreto y, aunque ha respondido, no ha colmado las expectativas.

El Atlético ha hecho bien vendiendo a Torres y Torres ha hecho bien en irse del Liverpool. Lo malo de los reds es que no han encontrado un delantero bueno desde que Owen se fue al Real Madrid. Es una maldición y el Niño puede no soportar la presión. ¡Tiene 23 años! A mí me parece que lleva jugando toda la vida, pero tiene mi edad. Si a su edad no explota con todo lo que lleva dentro, podría acabar siendo uno de los grandes fiascos del fútbol español. Y eso que yo no me fío mucho del delantero español, una especie rara que lo mismo te hace bien un año como te deja tirado el resto de su contrato. Llegan para sustituirlo Forlán y Luis García. Dos buenos, muy buenos, fichajes. Sin duda alguna. Son jugadores experimentados en competiciones internacionales que, casi siempre, han rendido a un buen nivel. Este año, si las cosas no se tuercen más todavía, el Atlético sí que puede estar entre los grandes. Vaya, esto último me suena...

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