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Los archivos lúcidos, aunque cada vez menos, que me hago mayor

Huelga de electrodomésticos

Huelga de electrodomésticos

Mi querida Patch se ha independizado hace poco. Leo su blog y me doy cuenta de que yo, ahora mismo, no sería capaz. Sergio, igual. No he ido a su casa, pero mi hermano me dijo que estaba bien apañada. Borja lleva ya tiempo llenando espacios vacíos de su piso en Villalba. Yo, en mi casa, con cinco personas más que, en teoría, colaboramos para que las cosas vayan más o menos bien, me veo superado por los electrodomésticos y las averías domésticas en cadena.

Una casa es un ecosistema. Me río yo de la cadena trófica, del calentamiento global, del derretimiento de los polos y de su puta madre cuando se rompe una tubería en casa. El agua mancha el techo de los de abajo y para arreglar el accidente, hay que levantar el parqué. Después de levantar el parqué, Internet deja de funcionar. Cuando consigo volver a tener conexión, se estropea el DVD del ordenador. Como medida de presión para otros electrodomésticos que todavía no se habían estropeado, no arreglo el lector. Pero da igual, siguen revelándose uno tras otro, como Julián Muñoz.

La aspiradora no funcionaba la semana pasada. El lunes, la plancha dio problemas, pero acabó cediendo tras un largo y agotador interrogatorio. El lavavajillas fue salvado de un suicido por anegación. Se deprimió porque la lavadora, su compañera de cocina, dejó de funcionar -aunque la salvamos del coma-. Ingirió monedas que nos habíamos dejado en los bolsillos para suicidarse, aunque conseguimos salvarla a tiempo. El motivo de este nuevo intento no lo conocemos, pero es posible que fuera porque el horno lleva sin calentarla unos cuantos meses. Tiene el fusible roto y no se pone al rojo vivo. De hecho, está tan frío como la nevera. En respuesta a todo este sufrimiento, el frigorífico ha empezado a descomponer trozos de carne solitarios y yogures caducados. El olor que a veces despide es bastante asqueroso, pero creo que podremos salvar las salchichas que todavía no han sido desempaquetadas y los botes de cerveza. El último descalabro de mi casa ha sido un inocente ladrón de enchufes. Se ha fundido. Ha dejado de funcionar el que tenía conectados la televisión, el vídeo, el DVD, Digital + y el módem.

Una vez subsanado este fallo técnico, configuro la cámara web, que lleva meses mostrando una pantalla azul cuando hablo con mi hermana. Creo que debería aprovechar la inercia para arreglar todas las cosas que no funcionan, montar con mi hermano una estantería que tenemos pendiente, arreglar los papeles del coche, comprar la L... Y todo, para no estudiar.  

2 comentarios

Patch -

La vida es dura, chaval. Yo he descartado el lavavajillas:

a) Por motivos de espacio.

b) Me digo a mí misma que fregar me relaja :D

Ánimo!

Sergio -

Mi casa es tu casa tío. Tengo birras frías y una carpeta llena de discos, así que cuando quieras. Un abrazo.
PD: El post siguiente: Llegará el día en el que incluso veas tus propias letras en los apuntes que te de un profesor. Y ese día comprobarás lo absurdo de esta sociedad montada en torno a cuatro que dicen que saben mucho. Pero ya te queda poco!!